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El Verdadero Costo de la Limpieza: Desafíos y Triunfos en Mi Negocio en Puerto Rico : LA CHICA DE LA GORRA ROSA

  • Foto del escritor: Liz Mara Camacho Soto
    Liz Mara Camacho Soto
  • 1 jun
  • 2 Min. de lectura



Emprender en Puerto Rico, especialmente en el sector de la limpieza, fue una de las aventuras más desafiantes y gratificantes de mi vida. Detrás de cada casa reluciente y cada cliente satisfecho, hay una historia de esfuerzo, sacrificio y mucha resiliencia.


Los inicios no fueron fáciles. Enfrentamos riesgos significativos que han puesto a prueba nuestra salud mental y física. Las largas horas, la presión de construir una clientela, la gestión de cada detalle desde los suministros hasta el personal pueden llevar a un agotamiento extremo, tanto a nivel mental como físico. Hay días en los que la fatiga es abrumadora y la mente parece no parar, pensando en el siguiente paso, en el próximo reto.


Pero sabia, que con cada fibra de nuestro ser, que al final, todo este esfuerzo valdria la pena. La estabilidad económica es una meta clara, y con ella, la posibilidad de crecer, de ofrecer más oportunidades, y de consolidar un sueño que comenzó con una visión.


No estaría donde estamos hoy sin el equipo de trabajo excepcional. Desde nuestras dedicadas asistentes que nos ayudan a mantener todo en orden, hasta el personal de limpieza que día a día pone su corazón en cada servicio, y por supuesto, nuestra familia y Dios, quienes son nuestro pilar fundamental. A todos ellos, nuestra gratitud infinita.


Y no podemos olvidar a esa persona especial que nos dio la primera oportunidad de limpiar su apartamento por $60. En ese momento, fue una bendición, una chispa que encendió todo. Hoy, ofrecer un servicio por ese precio es impensable, y si se considerara, sería con mucha cautela. Hemos crecido, hemos mejorado, y nuestro valor se ha multiplicado.


Con cada paso, cada desafío superado, confirmo que el cielo es el límite. Este es un negocio con Toque Rosa, lleno de pasión, dedicación y el compromiso de dejar cada espacio impecable, reflejando el espíritu de nuestra isla.


Gracias por leerme, Liz

 
 
 

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